GAZA E ISRAEL: EL COSTO DE LA GUERRA SE CONTARÁ EN LAS VIDAS DE LOS NIÑOS. Catalina Russell*

Según los informes, miles de niños han muerto desde que comenzó esta guerra. Aquellos que sobrevivan podrían quedar marcados para siempre.

El verdadero costo de la violencia en Gaza e Israel se medirá en las vidas de los niños: las que se pierden a causa de la violencia y los que ella cambie para siempre.

Menos de tres semanas después del horrible ataque dentro de Israel y del inicio de los bombardeos diarios en la Franja de Gaza, la devastadora cifra en Israel y Gaza está aumentando rápidamente. Según el Ministerio de Salud de Gaza, más de 2.700 niños palestinos han muerto y casi 6.000 han resultado heridos, lo que supone una impactante media de más de 480 víctimas infantiles al día.

Según informes, más de 30 niños israelíes han sido asesinados, mientras que al menos 20 permanecen como rehenes en la Franja de Gaza y se desconoce su suerte.

Lamentablemente, se vislumbran más sufrimiento y muerte en el horizonte.

Gaza es uno de los lugares más densamente poblados de la Tierra: alberga a más de 2 millones de personas, casi la mitad de las cuales son niños. Se ha advertido a más de un millón de personas en el norte que se desplacen hacia el sur, antes de lo que se espera sea una operación militar a gran escala. Pero con bombardeos casi constantes, fronteras cerradas y poco espacio para el desplazamiento, no hay ningún lugar realmente seguro al que ir.

Mientras tanto, el agua potable que queda se está agotando rápidamente, lo que deja a muchos habitantes de Gaza sin otra opción que depender de pozos contaminados. Esto aumenta drásticamente el riesgo de brotes de enfermedades transmitidas por el agua. A menos que se restablezca el acceso al agua potable, la gente morirá por deshidratación grave y enfermedades, siendo los niños los más vulnerables.

Un envío inicial limitado de suministros humanitarios que salvan vidas ha entrado en Gaza a través del cruce de Rafah desde Egipto. Pero esto no es suficiente para satisfacer las crecientes necesidades de la región, ya que los suministros de alimentos, agua, medicinas y combustible continúan disminuyendo.

UNICEF ha colocado previamente suministros de emergencia adicionales para hasta 250.000 personas en el cruce de Rafah que pueden ser llevados a Gaza en cuestión de horas, y hay más en camino. Nuestro personal también ha seguido respondiendo a las necesidades cruciales de los niños en toda la Franja de Gaza.

Pero sin poner fin a la violencia y sin acceso humanitario pleno, el costo en vidas de niños podría crecer exponencialmente.

E incluso cuando cesen los combates, el costo para los niños y sus comunidades lo soportarán las generaciones venideras. La guerra no sólo mata gente; mata la posibilidad, cerrando de golpe la puerta a lo que podría haber sido. Los niños que perdieron la vida no crecerán y se convertirán en las personas que sus comunidades necesitaban que fueran.

Los niños que sobrevivan podrían ver sus vidas alteradas irrevocablemente debido a la exposición repetida a eventos traumáticos. La violencia y la agitación pueden inducir estrés tóxico, que puede interferir con el desarrollo físico y cognitivo y causar problemas de salud mental tanto a corto como a largo plazo. Incluso antes de esta última escalada, se identificó que más de 816.000 niños en Gaza (tres cuartas partes de toda su población infantil) necesitaban salud mental y apoyo psicosocial.

Hoy en día, un niño de 15 años en Palestina o Israel ya ha vivido seis grandes rondas de conflicto y otros innumerables incidentes violentos. Es posible que haya perdido a seres queridos o amigos. Es posible que ella misma haya resultado herida físicamente. Es posible que haya tratado de refugiarse mientras los cohetes y bombas volaban sobre sus cabezas. Y es posible que haya vivido la mayor parte de su joven vida en un estado casi constante de estrés y miedo. Incluso si saliera de todo esto sin un rasguño, nunca volverá a ser un niño.

Ni siquiera los no nacidos pueden escapar del trauma de la guerra. Un bebé en el útero experimentará el trauma de su madre, y los estudios demuestran que esto podría afectar su desarrollo cuando venga al mundo. De esta manera, el trauma repercute durante generaciones.

En esta guerra, como en todas las guerras, las vidas de los niños y su futuro son la verdadera moneda que debe utilizarse para calcular el costo, y el costo es siempre inaceptable. Se han pisoteado todos los derechos de un niño.

Imploro a los adultos que perpetran la violencia que acepten un alto el fuego humanitario y garanticen un acceso humanitario inmediato, irrestricto y sostenido en toda Gaza para permitir que los actores humanitarios lleguen de manera segura a los civiles necesitados, salven vidas y prevengan más sufrimiento humano. Y reitero el llamado de UNICEF para la liberación inmediata y segura de todos los niños mantenidos como rehenes en Gaza para que puedan reunirse con sus familias.

Llevamos décadas en este ciclo de violencia y represalias, y cuanto más dura, más perdemos, y los niños son los que más pierden.

Catalina Russel, es Directora ejecutiva de UNICEF

Octubre 26, 2023

Original en inglés: https://www.unicefusa.org/stories/gaza-and-israel-cost-war-will-be-counted-childrens-lives

Deja un comentario