En días pasado José Manuel Flores, profesor de la USACH tuvo la amabilidad de comentar mi trabajo titulado, “HACIA UNA INDUSTRIA MINERA MODERNA”, julio 18, 2022 (Cf. Blog: hectorvegatapia.com) en su análisis señala pasos importantes en la teoría económica donde la incorporación del tiempo en el análisis económico, ha planteado dificultades en el edificio tradicional clásico de interpretación del equilibrio y sus consecuencias en las definiciones de política económica. En este caso el comentario se refiere específicamente a la hipótesis de oligopolio en competencia imperfecta, es decir grupo de empresas que acuerdan formalmente precios y cantidades de producción y eventualmente colaboran entre sí para evitar el ingreso de mayor competencia al mercado. En el modelo examinado planteo el caso de una minera líder con acuerdos con otras empresas integradas dentro de la cadena de valor que abarca producción minera, fundición, refinación, transporte, finanzas, seguros y comercialización.
Adjunto a continuación el texto del profesor Flores, para quienes no hayan tenido la oportunidad de leerlo; desarrollo enseguida una explicación teórica de mi trabajo ya citado.
COMENTARIOS DEL PROFESOR José Manuel Flores
Estimado Héctor, siempre agradecido de tus aportes y miradas que nos permiten acercarnos a la definición y caracterización del problema que como chilenos nos aqueja. Quiero intentar en esta ocasión establecer una crítica con el propósito de enriquecer esta mirada. Al aplicar el concepto de Oligopolio desarrollado por Cournot (1838), es necesario mencionar que él ya preveía el “fenómeno de la Colusión” entre los oferentes del mercado, no obstante, determino que cada empresa decidía su nivel de producción que le permite maximizar sus beneficios dado los volúmenes de producción de las empresas rivales, por cierto, lo que no decía Cournot para la “cátedra” era que los empresarios previamente se reunían para acordar esos niveles de producción que les permiten “maximizar sus ganancias”, es Bertrand (1883) (la probable diferencia se refiere a la fijación del precio pero aquí no tiene importancia pues el precio de este oligopolio viene de fuera, aquí predomina la cantidad que se fija finalmente por la capacidad de FURE que existe en el territorio de Chile o controlado por la TN exportadora en el extranjero) quien públicamente reconoce, este acuerdo “tan poco elegante” para una “teoría económica”, e incorpora la “colusión” a la cátedra (oculta hasta ese momento) como un “fenómeno económico” posible de controlar, luego en 1950, casi 70 años después, el “economista”, matemático estadounidense, Premio Nobel de Economía, en un “esfuerzo teórico” desarrollo un nuevo “edulcorante” para caracterizar y matizar esta “acción tan poco ética de los “monopólicos oferentes”” que hoy se conoce como el “equilibrio de Nash”, ¿qué dijo?, que “los volúmenes de producción son una variable estratégica”, pero, agregó algo muy interesante, sobre todo en las actuales circunstancias, para nosotros los chilenos dijo: “el equilibrio conlleva un precio superior al coste marginal de producción” aludiendo a la teoría desarrollada por León Walras (1865) y otros, esto, para nosotros estimado Héctor, nos permite volver al “viejo” Adams Smith cuando estableció, en su “Riqueza de las Naciones”, que el “valor de los productos” se constituye por la suma de “los factores productivos” que participan en su elaboración y aquí, lamentablemente, su “oligopolio” minero, constituido mayoritariamente (80%) por empresas de capitales angloamericanos, todas del mundo anglosajón, aparte de no pagar los debidos impuestos que pagamos todos los chilenos y de usufructuar de la “naturaleza jurídica del goce de la pertenencia”, además, contradicen la elemental teoría del costo marginal toda vez que el recurso básico, en esta función de producción, la riqueza básica minera del proceso no la pagan, nos saquean, es una acción delictual, criminal, nos condenan a la miseria, nos roban con la complicidad de la casta yanacona y duopólica política neoliberal, por tanto, el “oligopolio” en estas circunstancias es un eufemismo que oculta la naturaleza real del saqueo, desde la óptica política y económica esto no es más que un miserable Cártel Minero Anglosajón.
RESPUESTA A LAS OBSERVACIONES DEL PROFESOR FLORES
Estimado José Manuel, en textos de economía aplicada no siempre se elabora en detalle acerca de las hipótesis que sustentan el análisis y lógica de las operaciones de mercado. En nota al final del texto explico los supuestos del oligopolio y del Cartel como parte de éste.
Tus observaciones, estimado amigo, me obligan a comentarlas y explicar el contenido teórico que las sustenta. No sin antes referirme a tu argumentación apoyada por los trabajos de Morgenstern, von Neumann y Nash. Los dos primeros (Theory of games and economic behavior, 1944), a partir del concepto de beneficio individual en un juego económico de dominación, con imputaciones de los participantes, constituye una solución estable (a domina a b, y b domina a c, sin que a domine a c) desde donde surge de manera rigurosa y axiomática, el pasaje de una fenomenología individual a una fenomenología macroscópica.

Sin embargo, lo que en este modelo se considera equilibrio no es más que un hecho sicológico individual, colectivamente definido. Con esto, los mismos autores lo reconocen, no se trata de imputar pagos entre los actores del juego, sino la consideración de una variedad de alternativas reconocidas por la sociedad (Op.cit., p. 41). Esto no es sino una elaboración dialéctica de nociones sicológicas que los autores buscan incorporar a los fenómenos masivos de la economía. Cito esta axiomatización del fenómeno económico de la sociedad porque de ninguna manera he pensado que la hipótesis del oligopolio, a la manera neoclásica, de equilibrio estático e instantáneo puede resolver los complejos fenómenos que plantea el mercado actual de los commodities. En los hechos, la fenomenología del equilibrio instantáneo en las diferentes hipótesis de mercado, monopolio, monopsonio, oligopolio, oligopsonio, etcétera, no es sino una abstracción cómoda y provisoria.

El equilibrio de John Nash es de competencia imperfecta donde la estrategia de los oligopolistas, basada en la coordinación de su acción, da un resultado mejor para los participantes. Para mejor comprensión de nuestros lectores recurro a una tesis de doctorado que se refiere a transportes pero que en la etapa de describir la ubicación de las empresas en la función convexa de beneficios explica perfectamente el tipo de decisiones de las firmas (Cf. Pablo Dorta-González. Problemas de equilibrio en modelos de competencia espacial en redes. Las Palmas de Gran Canaria, Septiembre de 2000, pp. 240-243). En lo que sigue cito literalmente al autor con las modificaciones necesarias para una mejor comprensión del texto.
En el caso de independencia de las firmas del oligopolio involucradas, caso del transporte, el precio puede fijarse en el origen o en el punto de destino. Si asumimos que las funciones de beneficio son convexas cada firma se ubica en un nodo independiente de las ubicaciones del resto de las otras firmas. Este resultado es importante porque reduce la búsqueda del equilibrio en la primera etapa a los nodos de la red, garantizando que si existe equilibrio, entonces existe uno en un conjunto de nodos de la red. La hipótesis de competencia puede darse vía precios o competencia a la Bertrand, o vía cantidades o competencia a la Cournot.

Ahora bien, en la etapa de la competencia cada empresa asume que sus competidoras no reaccionaran a cambios en su precio o producción. Este supuesto se corresponde con el equilibrio de Nash. Otro supuesto es el del líder-seguidor, según el cual una empresa es líder y adelanta la reacción de las seguidoras. Este supuesto corresponde al equilibrio de Stackelberg. Finalmente, todas las firmas pueden adoptar conjeturas no nulas y adelantar las reacciones de sus competidoras.
Consideremos dos políticas de precios. En los problemas sin externalidad las empresas fijan el precio en el destino (discriminación espacial de precios), mientras que en los problemas con externalidad las empresas fijan el precio en origen. En este último caso la decisión de cada usuario influye en el resto. En esta situación las empresas fijan el precio en el origen. Ambos casos son de ordinaria ocurrencia en la explotación de minerales principalmente cuando la falta de agua, distancias, leyes impositivas, etcétera llevan a la consideración de costos-oportunidad de importancia o alternativas a la renta minera.
En el caso de la fijación de precios en el destino, se da una situación de separación espacial de mercados para evitar que algún consumidor pueda adquirir el producto en un punto de demanda diferente a aquel en el que se encuentra, o incluso comprar en un punto de demanda para vender en otro obteniendo beneficios.
Un ejemplo de este tipo de mercados separados espacialmente se encuentra en el comercio internacional con grandes núcleos urbanos conectados por vías rápidas de comunicación. Este caso como lo veremos más abajo, ilustra el comercio del concentrado de cobre con subproductos donde la liquidación se realiza en el puerto de destino por el comprador que fija el precio al vendedor.
Más abajo reconocemos que una parte de la decisión acerca del precio del commodity está en manos de las maniobras especulativas del mercado en operaciones fuera de las bolsas metaleras. Esa situación no invalida las operaciones comerciales al interior de la cadena de valor del mineral pues las cantidades y precios se refieren a dos productos, cobre y subproductos, o caso en que la venta de un producto, cobre está ligada a la venta de un subproducto, e.g., molibdeno, oro, plata, paladio, tierras raras, etcétera…situación en la que el subproducto tiene un valor de 4 veces el cobre contenido en el concentrado. En este caso el oligopolio elimina el caso del monopolio, este último en la hipótesis de la venta de dos productos, uno el loss leader (cobre del concentrado) destinado a promover la venta del segundo (molibdeno, oro, etcétera…), pues hay un acuerdo donde la venta de cobre valida la venta del subproducto.
La hipótesis del oligopolio. ¿Cuándo plantearla?
¿Por qué utilizar la hipótesis del oligopolio? ¿En qué lugar del análisis debe plantearse el equilibrio del oligopolio? En primer lugar, si se trata de un mercado de riesgos donde el equilibrio como factor de análisis es indispensable, éste debe plantearse en las primeras etapas del análisis[ii]. No se puede utilizar el concepto de equilibrio más allá de los estadios preliminares del análisis. Su lugar no está en la definición final de hipótesis que deberán ser testadas en vista de los hechos pues sabemos que en la vida real no hay hechos en situación de equilibrio.
En el oligopolio, desde el origen en el curso de decisiones, se establece la relación de precios – cobre del concentrado y subproductos contenidos en el concentrado – que determina la ganancia al interior de la cadena de valor. El problema subsiguiente ya no es la determinación del precio sino qué condiciones deben darse para mantener la ganancia oligopólica, en mercados masivos de commodities.
Esta es una situación de equilibrio intertemporal, diferente a la noción de equilibrio del monopolio en competencia imperfecta donde el precio marginal ecualiza al costo marginal en estado estacionario en el sentido primitivo de Cournot-Walras-Pareto donde el costo de producción determina el valor.
Esta mirada de la escuela marginalista neoclásica, donde por hipótesis se mantienen invariables las condiciones generales de la producción, el consumo, la distribución y los intercambios, no tiene vigencia en el mundo de riesgos que se expresa a través de ciclos de comercio (trade cycle) del que forman parte los commodities, entre ellos el cobre.

El mundo real es dinámico. Al mantener la visión neoclásica-marginalista, en un período corto de fijación de precios, ello se hace al costo, como en el caso de Stuart Mill y posteriormente Alfred Marshall, de introducir situaciones estacionarias à la Pigou. Stuart Mill precisa esta circunstancia operativa, tomándola de Adam Smith y de Ricardo, validando la oposición entre precio corriente y precio normal – distinción que también se encuentra en Alfred Marshall (Principles of Economics). En la descripción neoclásica tradicional del mercado se reconoce el precio corriente del mineral, así como de otras commodities, determinado por el equilibrio entre oferta y demanda y el precio normal que se deriva de los costos de producción.
Estos ciclos se explican por fuerzas que no tienen relación con las bolsas metaleras (Nueva York, Londres, Shanghai) por el contrario son los fondos de cobertura y especuladores que hacen apuestas a los mercados de futuro, maniobras que tienen una importancia central en el precio del metal. Los mercados especulativos representan un 99,99% de transacciones fuera de bolsa. Esos fenómenos externos se imponen al continuum normal de producción-comercialización-inversión, irrumpen en las cadenas de valor del mineral, y tienen dos significados, por un lado la industria extractiva aparece como tomadora de precios y por otro, determina los acuerdos en las industrias que forman parte de la cadena de valor del mineral, es decir empresas integradas, que abarcan producción minera, fundición-refinación (FURE), materiales para cátodos, manufacturas diversas (automóviles, electro movilidad, metal mecánica, construcción, robótica, computadores….).
La industria minera oligopólica toma en cuenta al conjunto de dichas empresas. Ejemplo, al fabricante chino de automóviles le interesa la calidad del cátodo de cobre (A) que utilizará; el tiempo en que llegará desde ultramar y las condiciones de precio en que se transará la operación. El oligopolio garantiza la cantidad en el tiempo. El precio del commodity queda sujeto a las fuerzas externas que hemos designado como especuladores en el mercado mundial del mineral. De aquí se deriva un caso de fijación de precios en dos tiempos. El comprador, propietario del FURE, al liquidar el contenido de cobre del concentrado y los subproductos fija el precio final al vendedor. Generalmente transcurre un tiempo entre 2 a 3 meses. En el segundo tiempo el precio se fija al nivel de las fundiciones-refinerías en relación directa con la manufactura citada más arriba. Acuerdos al interior de la cadena de valor fijan ganancias en vista de beneficios esperados del consumidor en el mercado de las commodities.
Como lo señalamos más arriba, Alfred Marshall, en la formación de precios por el equilibrio entre oferta y demanda, introduce factores que determinan la distinción entre períodos de análisis corto y largo, validando de esa manera la existencia de un precio corriente y un precio normal. Esta es desde luego una distinción abstracta. En el caso de un mercado instantáneo, el mecanismo de formación de precios reposa sobre la limitación de la oferta que depende de los stocks existentes. En el curso de un período largo el precio normal dependerá de la instalación de nuevas fábricas o nuevos instrumentos de producción. En el caso de un movimiento secular de precios, el precio está determinado por el crecimiento gradual de la población y del capital, los progresos de la técnica y las variaciones de generación en generación, de las condiciones de la oferta y la demanda. Este es el universo marshaliano donde se presenta una reconsideración de la Economía clásica, pues el precio que nos describe supone estadios estáticos sucesivos, una suerte de estática-dinámica o estática comparativa.

Keynes incorpora la dinámica a partir de su estática pues toma los elementos que la antigua doctrina consideraba como factores de desequilibrio (Cf. La pensé de J. M. Keynes de J. Domarchi) a saber la demanda de dinero, la incertidumbre acerca de los ingresos futuros…por lo que no se plantea directamente fenómenos de desplazamiento de equilibrios sino que explica de qué manera se producen los hechos ya realizados. Veamos esto a partir del fenómeno del desempleo. En el sistema clásico y neoclásico el desempleo aparece como un fenómeno secundario, derivado de fricciones consecutivas a los cambios de empleo, o bien expresando la negativa de los trabajadores a aceptar un salario que compense la desutilidad del trabajo. Ahora bien la cantidad, casi permanente, de una masa de trabajadores desempleados, aún cuando están dispuestos a aceptar las condiciones impuestas por el mercado del trabajo hace que esta teoría sea en los hechos completamente inaceptable. Por eso el empleo no aparece en su explicación como el resultado automático del simple juego de la Oferta y la Demanda.
Keynes, refunda la teoría del equilibrio, mostrando el papel que juegan los elementos perturbadores de los clásicos tradicionales a saber, la cantidad de dinero y la incertidumbre de los ingresos de la masa trabajadores. Keynes construye sobre la realidad del desempleo una nueva versión del Equilibrio, la que se funda sobre una contradicción aparente, entre Estática y Dinámica. Escribe, “la teoría del equilibrio móvil pertenece a un sistema en el que las perspectivas del cambio en el futuro son capaces de influenciar la situación actual” (traducción del autor, General Theory of employment interest and Money, V, Capítulo XXI, p. 293). Según Keynes la dinámica de una teoría consiste, no en las variaciones del equilibrio en el curso del tiempo, sino en la presencia de elementos aleatorios entre los factores actuales del equilibrio en un momento dado. Esto se entiende como factores que constituyen un lazo entre el presente y el futuro, según la expresión misma de Keynes. En el presente las fenomenologías del equilibrio están inmersas en el tiempo.
¿Qué dinámica en una hipótesis de oligopolio en el mercado de minerales? ¿Cuáles son los factores dinámicos perturbadores del mercado de minerales?
Mencionamos 2 factores de carácter aleatorio en la fijación de precios del cobre y subproductos a saber, la intervención de los mercados a futuro y la existencia de subproductos que registran valores superiores al cobre del concentrado. En ambos mercados los precios cambian y los riesgos evolucionan. El manejo de riesgos no puede ser sino a escala internacional, pues las evidencias del pasado no se repiten necesariamente en el futuro inmediato. Si la constante son estrategias especulativas la idea central reposa en una apuesta de mercado donde la participación de mayores intervinientes minimiza los riesgos.

Es la estrategia que utiliza Benoît Mandelbrot (Une aproche fractale des marchés. Odile Jacob, 2009), proponiendo la metodología de Pareto en el caso de minimización de riesgos sobre apuestas futuras. La metodología de Mandelbrot se basa en el estudio de Pareto sobre la distribución de ingresos, para a continuación referirse al tema de los seguros (Vilfredo Pareto, 1909 Manuel d’économie politique, Paris, Marcel Giard & Brière. P. 179). Pareto sigue la ley de las potencias para así encontrar la pendiente de la recta en el espacio cartesiano donde la distribución de ingresos es uniforme.
El argumento podría resumirse de la siguiente manera. Cuando Pareto buscaba una ley universal sobre la distribución de los ingresos llegó, mediante la ley de las potencias, a determinar que cuando la pendiente de la recta en el espacio cartesiano era más suave (donde la ordenada ilustra el monto de los ingresos y la abscisa la población, Mandelbrot Op. cit., ver gráfico p. 177), la distribución de los ingresos era uniforme. (En la geometría fractal, explica Mandelbrot, se puede obtener una gama infinita de potencias con pendientes más débiles o más fuertes, pudiendo estas crecer o decrecer).

No siempre es posible pensar que se puede llegar a una situación con la que se encontró Pareto en el sentido que la pendiente era más fuerte y en consecuencia una menor cantidad de receptores de ingreso se adjudicaba los ingresos más elevados. El caso contrario era ilustrado por una pendiente más suave.
En el caso de los asegurados, Mandelbrot describe el caso de una pendiente suave donde un mayor número de asegurados percibe indemnizaciones millonarias. Viendo las grandes indemnizaciones en la industria de los seguros se puede observar que agrupan una cantidad cada vez mayor de personas que las reciben. Para adoptar ese tipo de soluciones basta cambiar un parámetro a saber el de la horizontal donde se inscriben los asegurados. En la vertical se miden las indemnizaciones o rendimientos (Op. cit. p.174-175)
En el negocio minero, la renta minera puede estar determinada no por los costos de la materia líder (cobre) que pueden ser mayores que las ganancias. ¿Cómo entonces se concilia esta circunstancia con la continuación del negocio? Mediante la organización oligopólica, que internaliza los costos, de manera que la ganancia no está en el precio.
Si representamos los ingresos (igual costos) en la ordenada, las empresas del oligopolio están en la abscisa. Si la recta se inclina brutalmente hay menores empresas que reciben más ingresos por los costos que representan. Menor número de empresas reciben más ingresos cuando la recta es pronunciada, es decir un menor número de empresas se beneficia.

Conclusión
La estructura oligopólica es parte de la creación de un negocio de futuros basado en mercados masivos donde las empresas del oligopolio a diferentes niveles de producción, comercialización minimizan los riesgos. La cantidad de empresas en la apuesta minimiza los riesgos. Esta asociación, al igual que otras en el tablero, debe contar conjuntamente con los acuerdos comerciales, con factores geopolíticos a los que se agregan restricciones en la explotación ligadas al cambio climático, la pandemia Covid-19 que restringe los planes de producción de los eventuales importadores y por tanto expectativas de crecimiento a la baja de las economías, inmigraciones masivas, conflictos bélicos de baja intensidad en fin factores que apuntan a la sobrevivencia de la Humanidad en el planeta. En estas circunstancias, los estados del planeta están alejados de encontrar una solución en el corto plazo. Para los Estados, sin otros programas de exploración y explotación que aquellos heredados de estructuras anteriores a la nacionalización de las empresas mineras estadounidenses, las estructuras oligopólicas en curso apenas si son un pis aller en su falta de alternativas de futuro.
Santiago julio 25, 2022
[i] Una observación previa. En oligopolio, existe la posibilidad de un Cartel, o caso especial cuando las empresas que compiten en una industria se confabulan para crear acuerdos formales explícitos para fijar los precios y cantidades de producción. En el oligopolio las empresas miembros colaboran y se influyen para evitar el ingreso de mayor competencia al mercado. El Cartel puede darse en cualquiera industria pero por tratarse de acuerdos en un pequeño número, este tipo de organizaciones se da en situaciones al interior de los oligopolios. Generalmente el Cartel está prohibido por las leyes anti monopólicas. En lo que sigue tomamos el oligopolio como hipótesis central explicativa de los fenómenos de equilibrio en el tiempo de las empresas mineras reunidas en el Consejo Minero. Agreguemos que en EEUU la Ley Antimonopolio Clayton (Clayton Antitrust Act), fue dictada en 1914, prohibió la fijación de precios, la manipulación de licitaciones y los contratos de compra exclusivos para todas las compañías que competían en el mismo rubro comercial. En la Unión Europea la mayoría de sus estados miembros tiene leyes antimonopolios. En Canadá, China, Japón y Australia se aplican leyes antimonopolio y otras relacionadas con la competencia. En Chile, el 30 de agosto de 2016; se promulgó la ley 20945 que establece la regulación antimonopolio e introduce numerosos cambios al Decreto-Ley 211.
[ii] Método que utiliza Marx en el caso de reproducción simple para despejar el terreno en su análisis de la acumulación en términos de ahorro e inversión; reproducción simple donde el stock de bienes de capital se mantiene constante, por lo que tiene terreno común con la situación estacionaria de Pigou.