Posterior a la revuelta del 18 de octubre 2019 y la secuela de masivas manifestaciones en el territorio de la república, Sebastián Piñera entregó como moneda de cambio de un eventual apaciguamiento del clima social, la reforma a la Constitución. De esa manera el Capítulo XV, Reforma de la Constitución, es reemplazado por la Ley 21200 el 24 de diciembre de 2019. Se abre así un período de deliberación ciudadana en las Comunas donde el tema central es el Apruebo y desde donde se debate la absoluta ilegalidad de la Ley 21200 cuya intención es la de mantener las posiciones de poder de la clase política.
Aprobado el Apruebo, la energía ciudadana se vuelca a la participación de los independientes en la Convención, situación que se rige por la ley de elecciones de diputados. Se instala así la realidad que los independientes-independientes carecen de toda posibilidad de ser elegidos, (los gastos electorales para la inscripción de patrocinadores de las candidaturas así lo impiden) a menos que se incorporen a alguna lista de los partidos políticos que los apoyen (en ese caso no hay gastos de parte de los independientes) para así participar en el proceso constituyente como independientes-cooptados.
La maniobra de clara factura cupular reafirma que “todo dentro de los partidos Nada fuera de ellos”. La fuerza potencial de independientes-cooptados en la Región Metropolitana es significativa si se tienen en cuenta que en solo 3 distritos electorales (8, 9 y 10) del norponiente y suroriente la población del padrón electoral se eleva a más de 2 millones 700 hombres y mujeres –47% del padrón electoral– que elige a 23 diputados de todas las tendencias,[i] los que se han volcado en las Comunas auto convocadas promocionando sus candidatos para constituyentes en los distritos mencionados. La población total de esos distritos se eleva a 53% del total de la Región Metropolitana.
Sin embargo, la apuesta es de qué manera el 78% del Apruebo, puede transformarse en fuerza política para elegir convencionales constituyentes en su carácter de independientes para una nueva Constitución. Nada de eso está asegurado y todo entregado a la capacidad política de formar UNA LISTA UNITARIA en cada distrito electoral.
Existe un hito ciudadano para ser refrendado cual es el plebiscito del 15 de diciembre 2019 organizado por los jefes comunales, donde participaron 2 millones de ciudadanos de los que 80% manifestaron su voluntad por una nueva constitución, lo que significa 59% del padrón electoral de las comunas plebiscitadas.
A nivel nacional el desafío no es menor pues se trata de movilizar al 49,2% del padrón electoral que no votó. Pero, ¿podrá asimilarse la participación a un plebiscito a la de otro proceso electoral como en este caso la elección de constituyentes? Dicho de otra manera, ¿podrá superarse la participación record de 50,8% del plebiscito o en el peor de los casos igualarla?
La falla de los independientes en presentar listas únicas en los distritos electorales es un riesgo cierto que revelaría la escasa conciencia sobre los desafíos que se abren en la elaboración de una nueva Constitución. Sin embargo, aún en el fracaso, se abren las puertas de un Plan B en el sentido de activar el debate constitucional al nivel de las comunas auto convocadas para así, llevar sus conclusiones a los niveles provincial, regional y nacional. Una participación masiva es posible pues no podemos ignorar que en la totalidad del territorio hay 346 comunas, pero la tarea es enorme. ¿Estamos en capacidad de asumirla? Es el desafío de nuestros días.
NOTA
Distrito Electoral | Comunas | Diputados |
8 | Colina, Lampa, Pudahuel, Quilicura, Til Til, Cerrillos, Estación Central, Maipún | 8 |
9 | Conchalí, Huechuraba, Renca, Cerro Navia, Lo Prado, Quinta Normal, Independencia, Recoleta | 7 |
10 | Ñuñoa, Providencia, Santiago, Macul, San Joaquín, La Granja | 8 |
Fuente: Servel, 2020